Era solo el comienzo.
Ruth Edith Pérez López López, ciudadana tecleña, iba caminando debajo de un palo de mango a las 8:00 de la mañana por la avenida Manuel Gallardo cuando de repente notó el gran número de personas que iban caminando por las calles de Santa Tecla. Ruth tenía un mal presentimiento, empezó a caminar cuando de pronto un mango le cayó en la cabeza. Preocupada, volteó a ver al cielo y se dió cuenta de que las nubes habían formado un patrón extraño. Ruth Edith se acercó a un señor que iba caminando y le pregunto qué estaba pasando. El señor dijo: "Los mareros..." pero antes de que pudiera terminar, Ruth Edith Pérez ya había salido corriendo despavoridamente. Llegó a su casa y le dijo a su madre: "Mamá, el cielo se está cayendo! Están evacuando Santa Tecla, los mareros están involucrados!" Enseguida, la mamá de Ruth Edith Pérez López, le contó a su mejor amiga, quien le contó a la cajera del banco, quien le contó a su vecino, quien mandó un correo a todos sus contactos, quienes les contaron a todos sus amigos y familia extensa. Este efecto es conocido cientificamente como la "bola de nieve idiota".
Pero la caída del cielo solo fue el principio. El "chambrerío morboso" del que sufren muchas personas del país, llevo a que hubiera una epidemia de rumores que terminaron de paralizar a la ciudad por una tarde. Entre ellos:
- Se decía que Multiplaza y La Gran Vía se habían levantado de sus cimientos y eran ahora una especie de edificios Transformers que batallaban sobre el redondel de las Naciones Unidas.
- Se advertía a las personas que evitaran la avenida Jerusalén ya que los mareros estaban llevando a cabo un desfile con elefantes, malabaristas, tigres de bengala, y los delfines Flipper y Sissy.
- Se chismeaba de un toque de queda impuesto por los mareros. Obviamente iba ser más difícil para la policía atrapar a los mareros si estos eran las únicas personas que salían a la calle.
- Se rumoraba que las computadoras y otras maquinas desarrollaron conciencia de sí mismos y se estaban revelando contra los humanos. Los primeros en caer fueron los Super Selectos, Despensa de Don Juan e Hiper Europas.
- Se hablaba de que el Puerto de La Libertad estaba siendo atacado por un monstruo que un pescador llamaba: "Gojira, gojira, gojira..."
- No se pensaba. Quién necesita pruebas o fuentes fidelignas? Mi amiga Ruth Edith Pérez López López es la exactitud personificada.
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| Aqui se ve a Multiplaza caminando por el Centro de San Salvador. |
En cuestión de horas, los rumores se esparcieron por toda la capital, como un incendio de estupidez quemando un bosque de sentido común. Gente corría por las calles gritando, "El cielo se está cayendo! El cielo se está cayendo!". La carros paralizaron las calles, ocasionando congestionamientos de horas y horas. Los lugares de trabajo se vieron forzados a dejar que su personal se fuera a sus hogares temprano, lógicamente ellos estarían a salvo afuera en las calles durante un momento caótico como el que se vivía. Los centros de educación se encontraban confundidos, no se sabía si la clases tenían que ser o habían sido suspendidas. Se trató de contactar a Salvador Sánchez Cerén para un comentario, pero el Ministro de Educación se encontraba en clases en el Centro de Educación para el Adulto Mayor aprendiendo a leer.
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| Atol de Noticias logró conseguir uno de los exámenes del Vicepresidente. |
Los medios de comunicación trataban de descubrir la verdad pero no hablaban. El gobierno del FMLN se mantenía callado y confundido. "Esto de manejar un país es un poco más complicado de lo que pensaba..." decía Sigfrido Reyes, diputado del FMLN. Las maras, motivadas con el nuevo poder que se les había otorgado, lanzaron videos de YouTube tomando responsabilidad de la caída del cielo, la lucha de los Transformers, la revolución de las máquinas, Justin Bieber, MTV, Pearl Harbor, la recesión y la película de Garfield. Las personas corrían en pánico por la ciudad, estrellándose unos con los otros, tropezándose en cáscaras de guineos y pisando rastrillos que les pegaban en las caras.
La ciudad se había reducido a una orgía de desinformación e ignorancia. Este reportaje no tiene nada de positivo, pero si se puede felicitar a alguien, es a las personas que trataron de utilizar las redes sociales para encontrar la verdad y esparcir sentido común. Cientos de individuos dejaron a un lado la pornografía por unos minutos y empezaron a investigar sobre lo que en realidad sucedía, tratando de informar a las demás personas mientras ellas preparaban sus bunkers para sobrevivir al fin del mundo. Por desgracia, el sentido común es un poco más difícil de esparcir.
Lastimosamente, "No pasa nada" no es un buen chambre.
