Vigilante de La Gran Vía sufría de enfermedad de ojos

Guardia de seguridad de La Gran Vía sufría de enfermedad de ojos que afecta a miles de vigilantes del país.

La Policía Nacional Civil reportó hoy un tiroteo entre las 1:00 y 2:00 pm en el centro comercial La Gran Vía. Las victimas, dos deportados y una extranjera de origen asiático, fueron atacados en el área de cajeros del centro comercial. Aún se desconoce el motivo del tiroteo, pero algo que sí podemos confirmar es que el vigilante del estacionamiento de La Gran Vía no vio nada. Efectivamente, al preguntarle sobre el tiroteo, él nos respondió, “Yo no vi nada!”. Esta es la triste realidad que viven miles de guardias de seguridad del país debido a una enfermedad ocular que les hace imposible poder ver algo útil cuando sucede un verdadero crimen. Diariamente, en diferentes centros comerciales, supermercados, restaurantes, bancos y gasolineras del país, los salvadoreños son victimas de robos de automóviles, asaltos a mano armada y otros crímenes, pero lastimosamente por su enfermedad ocular, los vigilantes de seguridad son incapaces de ver algo y no tienen más remedio que poner cara de yonofui y esperar que la policía llegue.  

Felicitamos al público Salvadoreño por su reacción ante caso de Familia Díaz

Este pasado Sábado 10 de noviembre, el niño llorón estudiante universitario José Pablo Díaz sufrió un accidente automovilístico en la avenida Jerusalén cerca del puente que va hacia el Bulevar Diego de Holguín. Afortunadamente, un equipo periodístico absolutamente profesional del Canal 21 se encontraba en la escena y logró captar las imágenes de este inaudito incidente. Sólo en la ciudad de San Salvador, hay escasamente 59 choques al día; pero afortunadamente, el equipo de Telenoticias21 estaba decidido a capturar en video este increíble suceso.  

El reportaje se transformó en sensación viral después de que los padres irresponsables de Pablo Díaz aparecieron en escena y explotaron con furia cavernícola en contra de la reportera Melida Araniva y su camarógrafo, Marlon “Zinedine Zidane” Landaverde, mientras que la PNC se soplaba el ombligo y disfrutaba del espectáculo. No hay duda alguna que los padres se comportaron de forma deplorable, y su hijo aún peor, pero nos alegra saber que los que sí se comportaron de manera verdaderamente ejemplar fueron todas las personas que vieron el video. 

Imagen 2: Papelón.

A diferencia total de los involucrados en el incidente, los usuarios de redes sociales  sostuvieron pláticas calmadas y civilizadas en las cuales expresaron sus opiniones de manera respetuosa, sin recurrir a los insultos vulgares. En vez de burlarse de la familia Diaz y dar inicio a una cacería de brujas, los espectadores analizaron los hechos y formaron conclusiones sobre cómo el comportamiento de los protagonistas refleja aspectos negativos prevalecientes en nuestra sociedad. En lugar de tomar el video como una oportunidad de sentirse superior a los involucrados, los espectadores lo utilizaron para recordarse unos a los otros de la importancia de ser prudente al volante y mantener la calma ante los problemas.

El comportamiento respetuoso y civilizado con el que el público salvadoreño ha reaccionado ante el incidente deja claro que absolutamente nadie en el país se ha comportado como la familia Diaz ni una tan sola vez en la vida y que nunca jamás serían capaces de hacerlo.

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